lunes, 25 de mayo de 2009

INMORTAL



Juegas bajo la lluvia,
Persiguiendo quien sabe qué secreto,
Una sombra te anuncia,
Juegas a esconderte en el regazo de la indiferencia.

Hoy,
Cuando los años no te nombran,
El tiempo y su vuelo te han dejado,
Cuando eres más niño y más viejo que nunca,
No hay huellas que revelen tu paso por la vida.

Ahora en tu álbum quedan pocas fotos,
Borradas por las gotas de la lluvia,
Unos pocos rostros y gestos que marcaron tu piel,
Mil historias que hoy son ondas de agua en el lodo.

Tú,
Mujer guerrera heredera de mitologías,
Te abrazas al cuello del amor como abrazado al miedo que no quiere volar,
Repitiendo mil veces que no existe la muerte,
Sólo quedan anhelos de un tiempo que fue.

Viva,
Dolorosamente viva,
Como una piedra que llora las lágrimas del universo,
Con ansia de volar,
Pero tu cuerpo desciende a la fragilidad y el vértigo cada día,
Extrañas una caricia,
Una sola caricia que diga que eres bella, que siempre lo fuiste,
No hay tiempo,
Por eso esta noche estrellas contra tu pecho su retrato.

Y si tu almohada hablara,
Quien sabe cuántos secretos podría gritar,
Cuántos olores, cuanta lluvia, cuantas fotos regadas en la memoria,
Pero ya ves, no hay palabras, sólo silencios,
Silencios que tejen tu soledad,
Y me arrastran a mí lejos de los años que un día añoré.

Hoy, con nostalgia,
Sientes en el espejo tu cuerpo maltratado por el tiempo,
Desnuda, con los ojos vendados,
Vienes de lejos,
Del abrazo de dos hombres que hoy te vigilan,
De las miradas culpables que te rodean,
De cada gesto que marcó una arruga en tu piel,
Entonces tus labios susurran:
Que los muertos viejos dejen su sitio a los muertos jóvenes,
Por fin eres leve, por fin eres tuya.

Tú,
Mujer pitonisa,
Dime cuál es la silueta que trazan las estrellas,
Cuál es la leche maldita que nos condena a repetir las mismas historias,
A ti que cargas el cadáver de un niño en tus brazos,
Te fue dada la gracia de bendecir la locura.

El reloj avanza,
La vida es una broma,
Pero el juego del deseo siempre es serio,
Por eso hoy un niño imagina con fervor a Dios en los cielos, clavado en su cruz,
Por eso ella imagina un ángel que la visita entre sueños, y lo llama amor,
La misma razón por la que sangran las patrias, las revoluciones,
El motivo que me estrella a mí contra estas letras cada día.

Niño viejo,
Cansado de repetir el mismo conjuro,
De perseguir lo para siempre perdido por los mismos caminos,
Ansioso por extraer la eternidad cuando los minutos mueren con los ojos cerrados,
Mira,
El mundo es bello,
Te lo recuerdan el perfume de una mujer, la risa de un niño y la sonrisa de los más viejos.

Has llamado amor,
A esto que se cuela entre las sábanas,
Que se destila en las camas, en el sofá, en la mesa,
A tu cuerpo desgastándose, jugueteando sobre tu presa,
Sin saber que eres la presa;
Has llamado amor a un sueño,
Al recuerdo de un cuerpo puro, a la carne intacta que no existe,
A una mirada pegada a tu imagen y unos labios que sólo pueden pronunciar tu nombre,
Piensa que es ridículo,
Pero ¿cuándo el amor no ha sido ridículo?

Ahora ella te mira desde su jardín ignorado,
Con la extrañeza y la cólera de quien quiere entregar toda su vida y toda su muerte,
¿Te quedarás allí?, ¿estatua de tiempo?, ¿estatua de miradas?
Abraza a esa niña que juega al avión
Y nunca le hagas saber si eres su cielo o eres su infierno.

Una estatua dorada, gigante, se erige en una plaza,
Un hombre viejo, calvo, sin dientes mira con altanería al infinito,
A sus pies una niña arrodillada toca su lira y lo mira con amor filial,
Al imaginárselo, una lágrima tibia moja la piel de él,
Entonces, ella se vuelve nota y él pentagrama,
Y juntos se van así, componiendo una fuga hacia la eternidad.

1 comentario:

  1. Versos llenitos de metáforas que vuelan por
    la vida y los sentimientos, de una fuerza que
    obliga a reflexionar sobre la vida misma.

    Me dejó muda el mensaje oculto que se lée
    entre las lineas de tu Poema.

    Un abrazo desde mi distancia.

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